domingo, 26 de diciembre de 2010

Romance de José y María (II).

Se cuenta en las escrituras
que el ángel Gabriel bajó
a anunciar el nacimiento,
pero no, eso no ocurrió.


Gabriel era un buen amigo
de María y de José,
que además era doctor
de buena ciencia y más fe.
La Virgen lo fue a visitar
y le contó lo del mozo
que la pasó a visitar
y le llenó todo el pozo.


- Gabriel, en ti yo confío,
mantén la boca cerrada;
lo que pasó en ese día
me pasó por desbocada.
- Tranquila, no diré nada
y cuidaré tu embarazo
sólo con la condición
de probar ese cuerpazo...


Así es como sucedió
que la muchacha elegida
tenía poco de virgen,
que fue dos veces cogida.


Gabriel dijo que María
desde luego encinta estaba,
pero sin catar a un hombre
era Dios quien la preñaba.


Hubo una crisis muy gorda
allá por Jerusalén,
José perdió su trabajo
y fueron hacia Belén.
Estando aún de camino
las contracciones llegaron
y en un pequeño pesebre
una cama improvisaron.


Era una noche estrellada
mas ningún ángel había,
eran moscas y mosquitos
que avestruces parecían.
Se dice que llegó gente
y eso es del todo normal
pero no a adorar al niño
sino al calor del portal.


Había más animales
adornando la velada.
Pero de eso el que más sabe
es el Juan Manuel de Prada.






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