El 21 de octubre de 1917 nace en Carolina del Norte el menor de 9 hermanos. Hijo de un albañil que tocaba el piano en una orquesta de aficionados, entra pronto en el mundo de la música. Del viento. Del metal. Empieza con un trombón, pero se dice que tenía los brazos demasiado cortos para llegar a algunas notas, por lo que comienza a practicar con la trompeta de un vecino. Con este instrumento, John Birks Gillespie llegará a ser uno de los grandes de la historia del jazz.
En 1935 se muda con su familia a Filadelfia donde conocerá y tocará con su ídolo de siempre, Roy Eldridge. Así, decía: “Al crecer, lo único que quería era tocar swing. Roy Eldridge era mi hombre. Hiciera lo que hiciese, yo trataba de tocar como él. Nunca lo logré. Casi me volví loco al no poder hacerlo. Por fin intenté algo distinto. Y de ahí resultó lo que ahora llaman bop”.
Roy Eldridge & Dizzy Gillespie - Sometimes I'm happy
Pronto marchará a Nueva York (como tantos otros) y entrará en la orquesta de Teddy Hill. Con él hará su primera gira europea y su primer solo en 'King Porter Stomp'. El mismo Hill le apoda "Dizzy" ("Alocado").
King Porter Stomp - Teddy Hill & his Orchestra
Apenas comenzada la década de los 40 se producen cambios importantes en la vida de Dizzy. Recomendado por el trompetista cubano Mario Bauzá, entra a formar parte de la orquesta Cab Calloway. Poco después cambia a la banda de Earl Hines, donde conoce a Charlie Parker ("Bird"). Juntos revolucionan el jazz, elaborando una música parecida a lo que será el bebop. En el 45 funda la 'Dizzy Gillespie Band'.
En 1950 llega Gillespie al apogeo de su carrera. Graba discos de estudio de altísimo nivel junto a Parker, Bud Powell, Thelonious Monk y muchos otros. En el 53 participa en el concierto del siglo en el Massey Hall de Toronto.
Night in Tunisia - Massey Hall (Toronto 1953)
Sigue adelante tocando palos como la bossa nova. En los 70 forma parte de los "Giants of jazz", reunidos por George Wein, con los que hace varias giras. Su actividad se va apagando hasta morir el día de Reyes de 1993 en Nueva Jersey debido a un cáncer de páncreas.
La anécdota que agranda más si cabe la leyenda de Dizzy, es la historia de su trompeta torcida. En ella el pabellón apunta hacia arriba con un ángulo de unos 45º. La explicación -como tiene que ser para alimentar el misterio- no es clara. Algunos dicen que en una gira europea Gillespie encontró a un trompetista que tocaba un instrumento de dichas características por motivos de visibilidad, ya que padecía una incipiente ceguera. Otros achacan la curvatura a un accidente en el que unos cómicos cayeron sobre el instrumento. De una u otra forma, Dizzy continuó tocando con tan excéntrica trompeta.
"En un primer momento no conseguía sacarle las notas exactas, pero poco a poco me fui acostumbrando a ese nuevo sonido, mucho más dulce. Toqué así el resto de la noche y, al día siguiente, la llevé para que la arreglaran. Días después, tocando otra vez con la trompeta enderezada, comencé a añorar aquella sonoridad, así que me dirigí a la fábrica Martin, que hacía las trompetas que yo usaba, y les pedí que me fabricaran una torcida. Me dijeron que estaba loco, y les respondí que sí pero que la quería, y ya he tocado con ese instrumento el resto de mi vida."
La vida de Dizzy Gillespie no está marcada por penurias, rebeldías, drogas y desgracias. Se le recuerda por sus incesantes bromas en el escenario, por su calmada sonrisa. Su figura aparecerá en los anales de la música como ese trompetista de mofletes enormes soplando un instrumento que mira al cielo.
"To be or not to bop."
Dizzy Gillespie.
En el cinexín:
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