sábado, 28 de marzo de 2020

Diario de un descenso a la nada (IX).

De ti he aprendido que soy lo que recuerdo.
Ya veinte veinte y la inercia nos obliga
a añorar caricias de plástico
¡absorción; redirección!
Las tardes volaban con alas de cera y al sol
varas de avellano, lombrices del estío
y peces diminutos durmiéndose en tus manos.
Aperos a desgana, sudor sin prisa;
no caben mediocres en barrios de una casa
ni pereza, ni ansiedad. Se baila
al sol amarillo con rocío en las pestañas
delantal al viento y brío
en cada costura.
Por ti sé que eres nuestro pasado
envasado al vacío.




En el tocadiscos:
Dinah Washington & Clifford Brown  -  There is no greater Love