domingo, 23 de diciembre de 2012

Hormigas.

Es inabarcable la cantidad de sitios
en la que depositamos
nuestros anhelos.
Múltiples soportes
materiales y no
comprables y no
seguros y no.
Y lo curioso es
que cuando uno de estos
contenedores
se rompe
tardamos menos de lo debido
en encontrar uno nuevo.

Supongo que tenemos
una tendencia genética
a la esperanza.
Igual que hormigas todopoderosas.




En el tocadiscos:
Explosions in the Sky  -  The only moment We were alone

lunes, 17 de diciembre de 2012

Dragones.

Es verdad lo de los unicornios y los dragones. Yo lo he visto. Guardo desde hace años el secreto.

Hay montones de luces amenazando caer sobre las calles. Son desdichadas. Resisten estoicas la felicidad de los que buscan regalos bonitos y gorros de lana con pompón. Se impregnan de un perfume pesado a vino caliente, canela, clavo, sudor de abrigo y vapor de agua. Es una existencia paupérrima.

Aunque no quedan hielos en el vaso, sigo oyendo su agradable ruido de martinete. Se amortigua por el líquido y da tranquilidad, sosiego, paz. Mi pájaro azul se aletarga. Las manijas del reloj van y vienen olvidándose poco a poco de su labor hasta abandonarse a un domingo sin ansia de lunes.

Busco unicornios y dragones entre las luces, pero no encuentro ninguno.

Siempre me acuerdo tarde del calendario con las chocolatinas dentro. Pero es, en cierto modo, un alivio. Nunca he podido comerme sólo una cada día. Creo que esos calendarios tienen la función de hacer sentirse culpable a la gente. Para que tomen conciencia de su egoísmo y su falta de control ante el placer a corto plazo. Mierda de calendarios.

Si tuviera que elegir creo que preferiría un dragón. Es mucho menos poético pero, sin duda, mucho más útil.




En el tocadiscos:
The Unicorns  -  I was born a Unicorn

jueves, 13 de diciembre de 2012

Lo malo del invierno.

"La muerte por congelación duele.
Quien diga lo contrario 
es que nunca ha estado tres días
perdido en el Himalaya."

Lo malo del invierno no es la nieve
que yace silenciosa en el camino
ni la escarcha, ni el aire blanquecino
ni el sol naranja, fatigado y breve.

Lo malo del invierno son las noches
que destiñen al borde de la aurora
y el 'ya nunca' y el 'ayer sin ahora'
y el cristal empañado de reproches.

Lo peor del invierno -tú lo sabes-
son los carámbanos bajo mi almohada
desdichas colgantes de agua salada

cicatrices largas de heridas graves.
Ven a mi cama si tienes calor
que aquí te esperamos mi invierno y yo.




En el tocadiscos:
Joaquín Sabina  -  Cuando aprieta el frío

sábado, 8 de diciembre de 2012

Postales que se perdieron (III): Sucesos.

17 de diciembre de 2008

Volví sobre mis pasos decidido, para errar de nuevo sin ningún sonrojo. Ahora la tranquilidad es patente. Mañana lo que pase será rápido e indoloro. Como una aguja experta y certera.

Sucesos posteriores son demasiado aleatorios para hablar de ellos. O quizá son demasiado previsibles para hablar de ellos. En todo caso quiero volver lo antes posible. Y quiero saber lo antes posible eso que ocurrirá pero que no será ni aleatorio ni previsible. Porque la unión de dos lógicas distintas no generan sucesos aleatorios ni previsibles.

Simplemente hay demasiadas variables. Demasiadas ecuaciones. Demasiada cabezonería para resolver el sistema.

Odio la palabra 'demasiado' porque es demasiado expresiva.




En el tocadiscos:
Ismael Serrano  -  Sucede que a veces

Alcanzar la paz.

Cientos de años de cábalas de expertos,
lógica humanista, ética y moral
-los vivos asienten; callan los muertos-
queriendo separar el bien del mal.

Llenos de suficiencia hablan de paz,
de deberes, directrices y leyes
que encauzan nuestra existencia fugaz:
pobres por un lado; por otro reyes.

A la paz nunca se llega en combate.
Peleando mano a mano hasta el luto
la historia se estremece de dolor.

La paz es ver cómo cebas el mate.
Templando en tus manos cada minuto
la memoria enrojece de rubor.




En el tocadiscos:
Itzhak Perlman  -  Tango

jueves, 6 de diciembre de 2012

Postales que se perdieron (II): Colores.

23 de julio de 2008

Dudé un momento entre el rojo y el azul, y cuando me quise dar cuenta no había más que morado. Y es que los colores no te esperan, y en ocasiones son desesperantes. Pero se les perdona, porque son colores de verdad, con su carácter, su corazoncito y sus manías. No como esas absurdeces de magentas y cianes; artificios estridentes sin otro afán que sacar de quicio y vender más gafas de sol.

Mezclando pigmentos de rojo, azul y amarillo, en proporciones adecuadas, a velocidad adecuada, en condiciones de temperatura y humedad adecuadas, y con el estado de ánimo adecuado, se obtiene blanco.
En caso de error, aparece algo muy parecido al negro; pero aún más triste.




En el tocadiscos:
Miles Davis  -  Kind of Blue

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Postales que se perdieron (I): Columpios.

23 de mayo de 2008

La cabeza rozando el suelo. El columpio chirría un poco. Empieza. Sólo hay un punto fijo, el resto se difumina. Cada vez más rápido. El estómago araña y las sienes saltan. Pero ya no se puede parar. Tampoco quiero. Todo cobra sinsentido.

Medio minuto de descanso.

Ahora hacia el otro lado...




En el tocadiscos:
Billie Holiday  -  Travelin' Light