Día largo y pesado. De esos que no pasan, sino que envuelven a uno en una suerte de velo pegajoso y hediondo. El ibuprofeno ayuda, pero no resuelve. Las sábanas están ya más que arrugadas, y los dos edredones que tratan de hacerme sudar han perdido su punto de referencia.
A pesar de todo, siempre se puede hacer alguna muesca en la pata de la cama indicando algo bueno. Grandiosa elaboración de cocido montañés por parte de la señora de la casa -lástima que mis papilas gustativas estuvieran aletargadas-. Alguna conversación interesante y sonrisa despistada. Y un libro magnífico.
'Los renglones torcidos de Dios' es una novela con mayúsculas. Torcuato Luca de Tena narra en 436 páginas las peripecias de una mujer nada común. Alice Gould es una detective que entra en un manicomio haciéndose pasar por enferma para hallar al autor de un crimen. Lo que parece un argumento sencillo, se rizará hasta puntos insospechados.
El autor merece epígrafe aparte. Recomiendo ojear -y hojear- su biografía y obra. En lo literario he de dar la razón a los que describen a Luca de Tena como un escritor que se caracteriza por definir muy bien a sus personajes y no dejar cabos sueltos en las tramas. Eso sí, un libro es mucho más que una trama lineal: introducción; nudo; desenlace. Estaría bueno. Nos zambullimos en este caso en lo más crudo de la condición humana. Y de lo que está en el borde de considerarse humano. Y surgen mil incógnitas.
¿Qué es un loco? ¿No lo somos todos? ¿Qué punto de la falta de control del cuerpo o la percepción es el límite de la dignidad (ahora que está de moda la "muerte digna")? ¿Qué hay de la "vida digna"? ¿Acaso no carecemos todos de libertad por ser lo que somos? ¿Y si curando a un demente le hacemos más infeliz? ¿Es posible un diálogo lógico entre sociología y medicina?
En el tocadiscos:
http://www.youtube.com/watch?v=j_bHzYFFUR8
ResponderEliminarEn los próximos días creo que debo pedir un préstamo..
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