domingo, 7 de noviembre de 2010

Queda Lulú.


- Podría haber sido de otra manera. Digamos... más a lo Ulises.

- ¿Más Edmundo Dantés? ¿Más Teresa Mendoza?

- Exacto. Pero al final todos nos parecemos más a Gregorio Samsa. O a Ignatius Reilly, si me apuras. Ese es el problema.

- Ya. Y acabamos como Quijotes.

- Bueno, si te refieres al mal menor, sí. Gracias al cielo quedan Sanchos. Sin su clarividencia, más que como El Hidalgo, acabaríamos todos como Raskolnikov.

- Cuánta razón. Pero en fin. Es lo que hay. Nos encomendaremos a Lulú. De lo malo; lo menos malo.






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