sábado, 20 de noviembre de 2010

El surrealismo o algunos ejemplos aleatorios de situaciones curiosas.

El tiempo pasa. Cada uno pasa. Puede que a velocidades diferentes. Seguro que con percepciones diferentes.Compartimos el espacio. Largo, ancho y alto. Mientras el segundero gira en una locura minuciosa y geométricamente perfecta.

"La persistencia del tiempo" - Salvador Dalí
Además la sociedad nos obliga a mezclarnos. Tenemos que interaccionar con otros humanos. En un alto porcentaje de ocasiones no tendremos -ni querremos tener- nada que ver con ellos. Como consecuencia de todo esto, tienen lugar situaciones surrealistas.

Me considero amante de estos acontecimientos. Hasta el punto de que los busco de forma deliberada. Pero, sin duda, los hechos más inverosímiles se dan de manera espontánea. Y qué aburrido sería todo sin ellos...


[i] Hay un señor que acude regularmente a la Biblioteca Municipal Gabino Teira (Torrelavega) y que estudia, lee, o lo que quiera que haga en la sala de la segunda planta. A media tarde sube a la tercera planta y, a pesar de que está prohibido, se toma una suculenta merienda. Suele ser un bocadillo o un cruasán. Si sube algún trabajador de la biblioteca, disimula haciendo que consulta libros. Cuando acaba, echa una mirada altiva a todos los presentes, y vuelve a la segunda planta.

[ii] La semana pasada, fui con un amigo alemán a Santillana del Mar. Para el que no lo sepa, el centro de la villa está completamente adoquinado. Vimos a múltiples parejas paseando, algunas con y otras sin hijos. Más de dos tercios de las mujeres calzaban tacones altos.

[iii] Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, ha dicho que no pactará en ningún caso con el PP, dado que su máximo dirigente en la región le rompió un puro.

[iv] Las nuevas tendencias estéticas han decidido que combinar rayas con cuadros es llevar un look "osado".

[v] Uno de los profesores de la asignatura de Construcción está convencido de que cualquiera de nosotros, estudiando inglés tres meses, podemos ser bilingües.

[vi] Hace un par de días, volviendo de la universidad, me adelantó un cani enfundado en una cazadora Spyder y conduciendo un Seat León. Al pasarme, me miró desafiante. En mi radio sonaba un temazo de los Fresones Rebeldes.

[vii] Hace un par de meses cambié las pastillas de freno de mi coche. Una semana después, cambié el aceite y el correspondiente filtro, y como oferta, me hicieron una revisión completa. En el resumen del chequeo decía que el estado de las pastillas de freno era 'regular'.

"Globo de nubes" - Vladimir Kush
[viii] Ayer, en la biblioteca, conocí a un hombre que fumaba un porro en la puerta. Saltaba de lado a lado y decía cosas a todo el que andaba por allí -especialmente a un grupo de chicas adolescentes que le miraban con cara de miedo-. Me preguntó si conocía el libro 'Las enseñanzas de Don Juan' y si podían sacarse libros de la biblioteca durante un tiempo. Tras mi respuesta afirmativa, me dijo que había decidido hacerse socio. Entró pidiéndome que le deseara suerte, porque creía que le iban a echar del edificio por las pintas que llevaba. Salió sonriendo con un impreso en la mano, y acudió saltando a hablar con unos trabajadores que hacían una mudanza justo enfrente. Éstos le regalaron un sombrero de paja, y él se fue corriendo y brincando.






En el tocadiscos:

1 comentario :

  1. Me he reido mucho con estas pequeñas muestras de lo locos que estamos todos. En mi biblioteca una vez ví a un señor comiéndose a mordiscos un trozo de queso de (mínimo) 2 kg. Fue impactante. Las bibliotecas son lugares bellos.

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