viernes, 3 de septiembre de 2010

Un caracol.


Cuando tenga usted un mal día, tome un tierno caracol entre sus manos, deposítelo frente a sus pies y mírelo desde lo alto. Siéntase grande y poderoso. Después, píselo lentamente, apreciando cómo trisca la cáscara y se expande el viscoso cuerpo. Vaya haciendo reiterados giros de tobillo a medida que aumenta la presión ejercida hasta el máximo.

Retire el pie y observe. Se dará cuenta, de que se puede estar peor.



"La sola idea
de que una cosa cruel
pueda ser útil
es ya de por sí
inmoral."

Marco Tulio Cicerón.





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5 comentarios :

  1. La crueldad viene de serie con el pack del ser humano, o es adquirida a lo largo de los insufribles años de experiencia? Y lo que es mejor, porque en muchas ocasiones provoca placer?

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  2. Mi perra Lola, cuando caza ratones, procura dejarlos moribundos, sin acabar de matarlos, para jugar con ellos y divertirse un buen rato. No es más que un juego, un entrenamiento para próximas cazas, pero es cruel. Ahora bien, ¿sabe Lola que el ratón está sufriendo?

    Dicen que la empatía es sólo humana, por tanto, la crueldad también lo debería ser.

    El placer de hacer algo malo y fuera de las normas. El morbo. El sadismo. Todo proviene de la complejidad del cerebro humano, que ha ido un poco más allá de los instintos y no se conforma con nacer-crecer-reproducirse-morir.

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  3. Pero el caracol tiene la virtud de llevar consigo todo lo que necesita. Hasta las ratas se refugian. Ya les gustaría a muchos humanos parecerse a un caracol.

    Además, alivian los picores de las ortigas.

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  4. Que asco restos de caracol en la suela, no...

    Es como pisar un cagao.

    ¿Cómo lo limpias todo después?



    El poder siempre, absolutamente siempre, hace sentir bien a las personas.
    Por eso las personas buscan el poder. El buscarle con la crueldad, no es más que una perversión en esa búsqueda... El verdadero poder es el que se consigue con el respeto.

    Los humanos siempre tienden a lo fácil, y por tanto, a las perversiones.

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  5. No. Me declaro incapaz de hacerle semejante atrocidad a los cangrejos que habitan caracoles. ¿Quién soy yo para dejarles sin hogar?

    Un besazo :)

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