Irrumpo como un elefante en una cacharrería. O mejor en una cristalería, que estamos en crisis. Época de verano y vísperas de exámenes. No puede haber mejor momento para hacer el gamba empezar a dejar palabras en un rincón del ciberespacio.
No voy a escribir un diario. No voy a contar mis penas a efímeros seudopsicólogos. No voy a hacer poesía. No voy a juzgar. No voy a... bueno, en realidad voy a hacer todo eso al mismo tiempo. Diré sandeces, ofenderé, y seguramente seré ignorado. Pero tampoco pasa nada. Al fin y al cabo me gusta el color gris y estoy últimamente buscando una caja de zapatos para dejar los recibos del banco.
Pido permiso y perdón (de antemano o antebrazo), que siempre queda bien.
Pido permiso y perdón (de antemano o antebrazo), que siempre queda bien.
"No hay beso que no sea
principio de despedida;
incluso el de llegada."
Señor, le deseo suerte con la tarea de no dormir, y de despertar y dormir mentes por ahí.
ResponderEliminarCuidese.