No veo la televisión. Leo el periódico lo justo. En la universidad regalan el ABC, una total ponzoña con sólo dos cosas buenas: las necrológicas, que son más que divertidas, y el detalle de estar grapado. Ojeo por encima El País y El Mundo en su versión digital. Visito Menéame una vez al día, con la esperanza de que el filtro sea bueno en lo relativo a noticias "serias" y de encontrar un par de cosillas graciosas. Y ya está.
Todo se ha ido un poco de madre, para mi gusto. La TDT creo que ha sido el golpe de gracia. La ampliación del vertedero, por así decirlo. Así que como tantos de mi generación, me bajo expresamente lo que me interesa, lo degusto con voracidad, y a otra cosa. A veces me planteo si me estaré perdiendo cosas interesantes. Si me estaré convirtiendo en un desinformado. En un inculto. Pero sospecho que no. Las gotas de abono que de vez en cuando me salpican, me huelen a lo contrario.
Y en esta línea, ando enredado con una serie animada de hace más de 10 años. Ambientada en el futuro -todavía-, narra las aventuras de 5 personajes con caracteres muy diferenciados. Pero no sólo eso, también critica de forma netamente ácida a la raza humana. Además, Cowboy Bebop, está aderezada por una banda sonora realmente soberbia, con el hilo conductor del mejor jazz, acompañado, con muy buen gusto, de otros estilos.
Yo no les obligo a quitarse la vida. Ellos mismos ponen en práctica, por propia voluntad, aquello en lo que creen. ¿Por qué creen los hombres en Dios? Porque quieren creer. No resulta fácil vivir en este mundo irremediablemente corrompido. Sin embargo, siguen viviendo en él. Para ellos no existe nada cierto, ¿entiendes? No fue Dios quien creó a los hombres, sino nosotros quienes creamos a Dios. [...] ¿Sabéis cuál es la mejor y a la vez la peor invención creada por los hombres? La televisión; que a través de las noticias que difunde, manipula a las personas, haciéndoles perder el sentido de la realidad. Hoy en día la televisión se ha convertido en el opio del pueblo. La televisión ha creado seres humanos que se dejan engañar fácilmente por una pantomima como esta...
En el tocadiscos:
Cowboy Bebop OST - Autumn in Ganymede
Muy buena esa reflexión de la televisión es el opio del pueblo, ya que además la sociedad te presiona muchas veces a pertenecer a ella, aunque lo haga de forma indirecta, y no permite a la gente pensar por si misma, que es lo que hace avanzar la historia. Por suerte hay gente que decidió no engancharse a este opio y que la historia continua gracias a ellos.
ResponderEliminarhaces bien en mantenerte al margen...
ResponderEliminarMe siento obligado a defender la televisión, básicamente por esto: "hay gente que decidió no engancharse a este opio y que la historia continua gracias a ellos".
ResponderEliminarNiego rotundamente que alguien que vea la televisión no pueda pensar por si misma.
Creo que precisamente los que no piensas son los enganchados a cierta televisión, que no toda.
Somos libres de elegir y estúpidos si elegimos mal. Existen cosas como la dos. E incluso, en las generalistas, programas interesantes.
Un saludo.
@Juan, más que un opio, yo diría que es una pena.
ResponderEliminar@Gianfranco Guredi, noto en tu discurso cierto aroma demagógico, lo que me lleva a pensar que estás afectado por el síndrome de la campaña electoral...
No es que quien vea la televisión no piense por si mismo, pero, una gran mayoría de gente la ve para no hacerlo.
Y está claro que hay excepciones, pero la línea general es lamentable. Te propongo un ejercicio: los viernes viene con El Diario Montañés la revista esa de la televisión. En ella, la programación viene ordenada por cadenas y tiene un código de colores según el tipo de programa. Échale un ojo.
¿Por qué el mundo se empeña en echarle la culpa a las televisiones?
ResponderEliminarLas televisiones no muestran más que lo quiere la gente. Las televisiones son empresas. No están para educar. No alienan. No dictan nuestros destinos.
El problema es otro. El problema es de educación. O más allá, el problema es de la naturaleza humana. Antiguamente, solo un porcentaje de la población le daba por leer, o por interesarse por algo. La mayoría, pasan de eso. Se dedican a vivir importándoles una mierda lo demás.
Ahora, tenemos la televisión. Esa gente que no se interesa por nada, encuentra ahí lo que quiere: la nada. Sin embargo, pese a ser mayoritario, creo que hoy en día, los tiempos son buenos. Cada vez es mayor el porcentaje de gente que tiene inquietudes.
La televisión no es una causa. Puede ser una consecuencia, pero no es importante siquiera.
La plebe romana.
Discrepo en que sea no sea una causa. Y comparto que el problema es la naturaleza humana.
ResponderEliminarPrimero, está claro que la televisión ofrece lo que el televidente quiere. La cuota de audiencia manda. Pero creo que la merluza se muerde la cola, y el que la parrilla de tanta pena hace que, como tú dices, la gente se interese por la nada. Volvemos a si fue antes el huevo o la gallina. En este caso la estupidez del hombre, desde luego, pero la televisión forma más estúpidos, casposos, y listilloss con minúsculas.
A las personas nos gusta el placer sin esfuerzo, el hedonismo rápido. Pero lo de la televisión se pasa de fácil de absurdo. Cuando nos dio por las drogas, por lo menos surgieron creadores geniales. Ahora tenemos a Belén Esteban.
Por último, no sólo es el contenido vacío el problema. Es más llamativo el poder que los noticieros tienen. Se habla exclusivamente de lo que ellos airean. Y en muchas ocasiones juzgan por nosotros. La opinión propia está en horas muy bajas.
ResponderEliminarTienes toda la razón en que eso se cura con educación. Pero repito, la educación supone esfuerzo (para el educador y para el educado). Y esforzarse no gusta.
En este caso no es el huevo y la gallina, porque la existencia de gente idiota puede provocar la existencia de una televisión idiota, pero la televisión idiota no tiene por qué necesariamente provocar gente idiota.
ResponderEliminarLos... ¿noticieros? Las noticias, se banalizan, si.Exactamente por la misma razón que el resto de contenidos. No es una manipulación política, es un cambio de temas puramente comercial. No tratan de lavarnos el cerebro, sino de darnos lo que pedimos.
El tener ansia de ver un programa idiota, no te vuelve idiota. Ya lo eras de antes, y por eso, quieres ver ese programa.
Repito de nuevo, esto no es de ahora. Absolutamente siempre una gran masa de población no ha hecho más que vegetar intelectualmente. Tal y como ahora. Sólo que ahora se ve.
La reivindicación legítima no es que quiten la televisión basura, sino el poder tener una televisión no basura.
ResponderEliminarAdemás, la extendida idea de que la televisión educa y nos modifica nuestra forma de pensar es falsa. Esa no es su función. De haber un problema está en otro lado.