domingo, 6 de noviembre de 2011

Lo hago aunque no quiera.

Debería hablar del cielo de otoño, que nos baña en agua bendita. Eso sería poético y cierto, pero no voy a hacerlo. Y si ya lo he hecho, lo retiro arrepentido. Podría mencionar los interesantes libros que visten mi mesilla de noche, así como analizar sus temáticas y argumentos. Justificar mi elección, alabar o maldecir a sus autores. Me dejaría en buen lugar, pero no lo necesito. No estaría mal deciros que no voy a votar porque el sistema no funciona y porque los candidatos apestan. Me definiría -lo hago aunque no quiera- y generaría esa típica polémica sobre si no votar conlleva no valorar la importancia de poder hacerlo. Me niego. Miento, miento y miento. Como si me gustara hablar de amor o de cosas trascendentales y filosóficas. Del enigma ontológico, el destino, las casualidades; de la muerte. Lo aborrezco. Todo eso es una puta farsa que hacemos para dar importancia al poco entendimiento que tenemos. Y para hinchar eso que llamamos ego. Joder, ya estoy dándole al tema. Qué asco. Quiero que salga de mí. Nada es tan dramático. No somos más. Y el bienestar me suda la polla. Lo único que necesito es un plato caliente al día y follar una o dos veces por semana. Ni siquiera pido que estén buenas, cojones. Esas niñatas que ahora se creen algo porque estudian carreras y se ponen trajes chaqueta de color gris marengo. Son unas zorras igual que todas. Las de los polígonos, las de las esquinas y las de los hoteles. Y vosotros, cínicos de mierda. Arquitectos, médicos, ingenieros, abogados. Puteros con coches caros, que habláis de ética y moral con vuestra mujer. De lo mal que va el país. Putos con coches caros que cuando ponéis el culo ni siquiera es para vivir. Estáis podridos. Os mataría a todos por hacerme un favor a mí mismo. Para no vomitar delante de vuestros hijos. Y a vuestros hijos también los mataría.






En el tocadiscos:
Converge  -  Jane Doe

5 comentarios :

  1. ayer me enteré de que en esta temporada las mujeres van a llevar capas, como supermán.
    cuando empieces la matanza, llámame.

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  2. Asi que al final nos quedamos con las camareras de discotecas?

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  3. Diego, no me caes del todo mal. A ti te mataré de los últimos.

    Yolanda, no creo que ninguna camarera de discoteca lea este blog. Lástima.

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  4. No mientas. Un plato caliente al día y follar una o dos veces por semana no alimenta. Sólo los libros de tu mesilla te nutren o te desnutren. Gracias a ellos sabes que todo es una mierda. Por eso este país de analfabetos aún piensa que tiene alguna posibilidad de salvación. Como a Unamuno, me duele España.

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