martes, 15 de abril de 2014

Exorcismo.

Antes de que el humo se extienda
y forme parte de nosotros
hasta el fondo del pecho
antes de que las palabras se tuerzan
tanto que no lleguen a saber qué decir
antes de que suene el último bis
tenemos que abrirnos en canal
y sangrarnos los demonios
para que cuando acabe el último bis
y no sepamos qué decir
porque el humo ya no nos esconde
podamos hablar de la sangre
que nos cubre los tobillos.




En el tocadiscos:
Nacho Vegas  -  La luz de agosto en Gijón

4 comentarios :

  1. Pero, sobre todo, de la sangre que mancha nuestras manos.

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    1. Nunca, nunca se habla de las manos manchadas de sangre. Para eso hay que ser demasiado valiente.

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  2. O demasiado inconsciente...

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