domingo, 27 de abril de 2014

Los globos de Fritz Lang.

Casi diez años llevaba esperando
que se endureciera la cera
que dejaron las abejas
en los rincones azulados de sombra
y en los rincones azulados de frío.

Se encontró en blanco y negro
poco después del cine mudo
abriendo como lunas los ojos de la gente
regalando globos a Fritz Lang
"Dir, der du mich nie gekannt".

Era ya tarde para casi todo
con el aire reseco sobre los párpados
y el resplandor de los rayos catódicos
tarde para las dudas y las culpas
tarde para perder tiempo buscando culpables.
Todos tenían culpa.
Para todos era tarde.

Todavía hoy, algunas tardes de luz cobriza
entorna la cabeza y cierra los ojos
creyendo oír zumbidos o globos perdidos.




En el tocadiscos:
Nacho Vegas  -  Ciudad Vampira

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