Escampada la tormenta
que construí con mis manos,
me devoran los gusanos
que cada lamento inventa.
Fui comprado en la reventa
de las rebajas de enero;
sin chistera ni sombrero
fallaron magia y piedad
y a la hora de la verdad
me empalaron el trasero.
Sobran huesos en mi sopa,
faltan canas en mi pelo;
hace mella el desconsuelo
que se cuela por mi ropa.
Me gira la cara Europa
presumida, altiva, hirsuta,
y me nutre con cicuta
por vivir en esta España
de soplagaitas con saña
y de hijos de la gran puta.
En el tocadiscos:
Your mind is fool - Crayoláser
lunes, 28 de febrero de 2011
miércoles, 23 de febrero de 2011
Enhorabuena.
Felicidades, lo habéis conseguido. Yo asumo mi parte de responsabilidad, pero vuestro mérito es abrumador. 'Os odio' es una frase cursi e infantil. Me dais arcadas vosotros, el jodido espacio que ocupáis, las vacías palabras que decís y las rancias entidades que creáis, regentáis y destrozáis. Sería más apropiada una sentencia como "os decapitaría y disfrutaría sintiendo cómo la tibia sangre que mana cual fuente de vuestro recién rebanado pescuezo empapa mis manos. Después desharía vuestra inerte testa en gajos hachazo tras hachazo'. Me alegro de nos ser una persona violenta. Vosotros también deberíais alegraros. Hijos de puta.
En el tocadiscos:
Perdí.
No leo, ni paseo, ni pienso. Eso quedó atrás, como aquel cinismo del que a veces hablo. Mantengo correspondencia, eso sí, con otros pusilánimes ávidos de mentiras cuidadas. Y por las noches dejo la persiana sin cerrar, con la vana esperanza de que alguien me arranque de esta tierra estéril. Con cuidado de no romperme los pies.
Respiro, como, duermo. Los hechos se suceden sin pena ni gloria. Machacones, percutores, repetitivos, iterativos, monótonos, anodinos, insustanciales, inanes, futiles. Por lo menos llueve.
Y tuve y no aposté y perdí. El tren pasó y sólo me di cuenta cuando los tímpanos me reventaron por un vengativo efecto Doppler. Ya sólo oigo a Perlman, a Malikian, a Bell, a Venguerov... Sólo llantos.
En el tocadiscos:
Ave María - Joshua Bell
lunes, 21 de febrero de 2011
Redención.
Como una lágrima más en el tendal
agoniza entre sombras desnudas
y se redime en roca.
En el tocadiscos:
agoniza entre sombras desnudas
y se redime en roca.
En el tocadiscos:
viernes, 18 de febrero de 2011
Arena y cristales.
La arena impone sus leyes. Las pisadas, se pueden desandar, mas nunca deshuellar. Jamás se borrarán las penitentes cicatrices, peregrinas como las cuentas de un rosario sin padrenuestros, por mucho que el agua trate de ocultarlas. Pero es una ayuda, qué duda cabe, tener claro el camino por el que has venido. Es un placer saber dónde están los cristales para encajar su caricia de la forma más sincera.
Tras el paseo no hay cena. Sólo un postre huérfano: macedonia de rezos y vidrio y pies y tierra y sangre.
En el tocadiscos:
martes, 15 de febrero de 2011
41 palabras (I).
No hace mucho tiempo tuve una discusión -a cuento de faltas de ortografía, mensajes de texto, escritura en internet, errores al usar el infinitivo como imperativo, eses finales al conjugar los verbos en segunda persona, etcétera- sobre si la única misión que tiene el lenguaje es que nos comuniquemos. Mi postura es rotunda: sí y no.
El propósito es comunicarse, sí, pero no de cualquier manera. La verdad es que me da igual que esto sea cierto o no, es mi postura inamovible. Y ya está. Con todo, me gusta justificar mis opiniones, así que enumeraré palabras "bonitas". Con algo más que su mensaje. No tienen ningún motivo concreto para serlo. Algunas por su sonoridad, otras por su ritmo, otras por el significado o sutil connotación que desprenden, otras no lo sé. Supongo que es obvio por cuáles voy a empezar:
Taburete, libélula, corsetería -me encanta-, peal, desdén, (la) mar -importante el artículo femenino-, buñuelo, calafate -y sus manos-, marmita, miel, gotelé -amarillento-, estraperlo, gamuza, inhóspito, rilar(se), terco -palabra de abuelo-, barritar, tuétano, entretiempo, colodra -siempre con pizarra-, diácono, columbeta, cogorza -con gracia-, (de) soslayo -ajá, te pillé-, retal, esbozo, cabreo, matarife, pasamanería, reloj -esa jota final es sublime-, chalupa, anodino, tecla, devanar(se), droga -¿sí?-, tez, hebilla, maceta, sopesar -qué gráfico-, (des)agravio, locuaz - con el "-cuaz" pronunciado muy rápido-.
En el tocadiscos:
domingo, 13 de febrero de 2011
Nada.
Se acabó el presupuesto para abrazos
cuando más falta hacían. Vaya ruina
de verbena sin una triste risa
que llevarse a la boca. Hizo estragos
en cada lata de conservas ese
desdén con el que empañaste el cristal
de la ventana. Y cuando ya llorar
no era una opción, te besaste en la frente
y te perdiste de vista. El golpe
de gracia reconfortó como un vaso
de agua hirviendo, como el viento del norte
que entumece cada palabra cuando
no hay más que hablar. Si no encuentras tu nombre,
llámate Nada y deshazte entre tanto.
En el tocadiscos:
cuando más falta hacían. Vaya ruina
de verbena sin una triste risa
que llevarse a la boca. Hizo estragos
en cada lata de conservas ese
desdén con el que empañaste el cristal
de la ventana. Y cuando ya llorar
no era una opción, te besaste en la frente
y te perdiste de vista. El golpe
de gracia reconfortó como un vaso
de agua hirviendo, como el viento del norte
que entumece cada palabra cuando
no hay más que hablar. Si no encuentras tu nombre,
llámate Nada y deshazte entre tanto.
En el tocadiscos:
jueves, 10 de febrero de 2011
Osos.
Salió a la calle buscando un poco de aire. Pero no estaba. Febrero es su mes de vacaciones, lo más probable es que esté en Benidorm. Caminó escasos cien metros sobre los adoquines rojizos horriblemente feos que tratan de dar comodidad a paseantes y conductores en las calles semipeatonales sin lograr ninguna de las dos cosas. Ha entrado en el café de costumbre. Como es norma, sin bochinches, con buena música. Ha pedido lo mismo de siempre. Ha cruzado las piernas. Se ha encorvado un poco más si cabe. Ha perdido la mirada en los precisos ademanes del camarero. Ha tratado de dirigir su pensamiento. Vierte el azúcar, dobla y luego retuerce minuciosamente el sobrecito, gira el líquido hacia la izquierda con la cucharilla rozando la porcelana sin hacer ruido, deja pasar un par de instantes educadamente. Está sorbiendo. El sabor está apartando la nube que cubría su frente al tiempo que el calor le está adormeciendo la lengua. Alguien con una voz desagradable como morder papel de plata acaba de empezar a hablar:
"Soy de León. Justo bajando San Glorio, ¿lo conoces? Allí no nos dejan hacer nada. Para que no molestemos a los animales. En Caín han prohibido llevar orquesta en la fiesta del pueblo. Joder, pues que los animales se unan a la fiesta... o que se vayan un par de montañas más allá. A mi hermano le echaron la bronca por hacer esquí de fondo. ¡Esquí de fondo! Menuda mierda. Aquí y en Asturias todo es mucho mejor. Se nota nada más entrar. Además ahora allí están superpesados con los osos pardos. Tengo un primo biólogo, ¿sabes? Dice que los osos son malísimos. Y es verdad. Son superagresivos. Tiene una teoría, ¿sabes?, sobre por qué los osos son tan agresivos. La verdad es que la difunde sobre todo cuando está borracho. Pero la elaboró sin estarlo, eh. Y es verdad. Como hay pocos osos, se aparean entre familiares. Madres con hijos y eso. Y claro, salen todos mongólicos. Y se ponen superagresivos. Pero no es que quieran ser malos, es que son subnormales. Va a crear una fundación. 'Fundación en contra del Oso Pardo' se va a llamar. Cuando está borracho recoge firmas. Pero es verdad. Tiene razón. Ya te digo que es biólogo. Bueno, no solo es eso. La verdad es que por si mismo el oso es cortito. No sé si me entiendes, que es poco inteligente, vamos. Porque los caballos -en León tenemos muchos caballos- los caballos son muy inteligentes. Son los animales más inteligentes. Y cuando nacen crías, la madre las pega para que se vayan. Así no follan con ellas, ¿sabes? Qué listos son los caballos. Pero es verdad. En las personas pasa también. La familia de mi madre era de un pueblo pequeño, y se juntaban primos con primas. Y claro, tengo dos primos esquizofrénicos-paranoides. Eso sí, también tengo una prima superdotada. Nunca se sabe. Pero pasa también. Quiero decir, que como los osos son tan tontos y además ahora salen mongólicos, seguro que no pasa nada por que se extingan. Es mejor. Menos peligro."
Está pagando. Se pondrá su chaquetón y saldrá a ver si ,ya que el aire no está, al menos encuentra frío. Negará con la cabeza con resignación y volverá a su quehacer maldiciendo el momento en que decidió descansar. Sólo esbozará media sonrisa al recordar los diez céntimos que está dejando de propina para la defensa del oso pardo.
En el tocadiscos:
miércoles, 9 de febrero de 2011
Negro, un poco de humor...
Hoy no voy a escribir. Mi humor es negro, hago comentarios sarcásticos frecuentemente y creo que la ironía es la sal de la comunicación. Además soy un cínico de mierda. Merezco garrote vil.
Quizá mañana me explaye. De momento unos cuantos enlaces:
Por cierto, ¿sabéis la diferencia entre un judío y una pizza? Mala suerte: no hay brazos... no hay galleta.
En el cinexín:
lunes, 7 de febrero de 2011
Puesta al día.
Coche. Lectura y encuentro. Metro. Tiempo de espera. Cena de fiambrera. Frío seco. Borrachos. Puesta al día. Dormir hasta mediodía. Paseo, cerveza y pincho. Comida para llevar. Lagartijas al sol. Hasta que se marchó. Retirada interrumpida; no nos vamos. Quedamos. Cañas y tapas. Todo bien, ¿y tú qué tal? Para acá y para allá. Hay que descansar. Rastro y ocupas. Mesón. Metro, naranjas y adiós. Ya no hay rima... Hasta la próxima.
En el tocadiscos:
jueves, 3 de febrero de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
Sólo nosotros tres.
El ascensor al infierno
en su puerta te dejó.
Le miraste; te miró.
Mi rostro contra el cemento.
Soportasteis el invierno
Dos mentiras de distancia
te invitaron a dudar;
le obligaron a envidar.
Mi rostro contra el cemento.
Agotada la abundancia
llegó la hora del dolor;
tú: tintero, él: escritor.
Mi rostro contra el cemento.
En el tocadiscos:
Reconstrucción (El mejor momento) - Deluxe
en su puerta te dejó.
Le miraste; te miró.
Mi rostro contra el cemento.
Soportasteis el invierno
tú escondida entre sus mantas;
él cuidando de tus plantas.
Mi rostro contra el cemento.
te invitaron a dudar;
le obligaron a envidar.
Mi rostro contra el cemento.
Agotada la abundancia
llegó la hora del dolor;
tú: tintero, él: escritor.
Mi rostro contra el cemento.
Y al final no hubo lamento,
ni lágrimas, ni tormento.
En el último momento
tú, mi rostro y el cemento.
En el tocadiscos:
Reconstrucción (El mejor momento) - Deluxe
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