A día de hoy, el glaciar
no sospecha que al final
hay un final.
Derrota, palabra de Dios.
La siempreviva es una flor
que nace agonizando y sin embargo tú
la cuidas con mano sabia,
agua, luz y tajo al sitio.
Allá, bien en el fondo, queda la abrasión
la arista, la asfixia y los animales inertes.
Has leído mis poemas más de tres veces
pero no alcanzas a ver que eres
en ellos eterna:
letra, idea, hielo, piedra.
En el tocadiscos:
John Wright - 47th and Calumet
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