jueves, 14 de febrero de 2013

Postales que se perdieron (V): Desilusiones.

24/05/2010

Aviso a navegantes. Amarrad bien vuestras palabras. No las saquéis a pasear a la ligera. Cualquier descuido puede provocar enorme ilusión en algún interlocutor. Ilusión que por la implacable ley causa-efecto acabará en monumental desilusión.

Y desilusionarse es una vaina del carajo.




En el tocadiscos:
Corizonas  -  La cárcel de Sing Sing

4 comentarios :

  1. Siempre, absolutamente siempre, se cometen errores. Alguno siempre hay. Ya sea malentendidos por como es cada uno, o como cada uno entiende cada cosa.

    El lenguaje que sirve para comunicarnos, usa palabras y significados, que si bien sobre el papel, pueden tener parecida semántica, a la hora de la verdad, son diferentes para cada persona.

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  2. Te iba a decir que las palabras carecen de sentido fuera del papel, pero no es cierto. Hoy más que nunca soy fan incondicional de las palabras y de su polisemia. Hoy me han declarado la guerra delante de 6 personas y yo he aceptado el reto. Sólo mi contricante y yo sabíamos lo que realmente significaban las frases que nos cruzábamos. Los demás pensaban que estábamos sellando nuestra maravillosa amistad. ¿Acaso no es fantástico que el lenguaje sirva a la vez para comunicar a dos personas entre sí sin que los demás se enteren de lo que se dicen realmente, a pesar de escuchar sus palabras?

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  3. La comunicación tiene errores por todas partes, desde luego. ¿Debe por ello dejar de poner cuidado en lo que se dice? ¿Es tan impredecible y caótica la desencriptación que el receptor hará del mensaje 'pretendido' por el emisor?

    Las palabras escritas y las habladas pertenecen a dimensiones diferentes. Igual que los idiomas son universos en sí mismos. A veces ocurre que la comunicación se hace fácil, sin malentendidos y con un crisol de significados implícitos, de connotaciones y matices más allá de lo que las palabras dicen. Entonces te sientes poderoso. Somos poderosos.

    Parece mentira, pero es de las cosas que más se echan de menos. La complicidad, la sencillez, la ironía. Por los dioses, que alguien me envíe unos gramos de ironía.

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  4. En mentes cuadriculadas no cabe la ironía. Juego de niños, pieza redonda no entra por agujero cuadrado.

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