miércoles, 9 de mayo de 2018

Desde la ventana del manicomio.

Te observo desde la ventana
como Leopoldo en Mondragón
gritando con mis pupilas vacías
que el desencanto no es más que otra pandemia.
Briznas de poder
piernas de adobe
fuego de ojos acuosos
eres una anjana de nuestro tiempo.
Pantalón de talle alto
manos robustas
pincel de Rubens. Desenfoque
desde esta sala que
te aleja.

Nos separa un vidrio helado
pero sabemos bailar de memoria
y confío en que tus vóritces
rayen el ecuador como funambulistas sonámbulos
para rozarme, minúsculos, la escápula.

Estás ahí y no me ves y no estoy loco.
Tu paso firme, tu talle alto, tus ojos claros:
te observo muy quieto y muero
porque sólo te observo.




En el tocadiscos:
Ruth Brown  -  I'll wait for you

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