Desde niño tengo una macabra fijación
por lo irremediable:
la redondísima mancha de café,
el espejo quebrado, la rodilla en sangre.
Ahora clima controlado, tofu,
cinturón de seguridad... y no,
no era esto lo que esperaba
de la madurez.
¿Me negaréis el lirismo del desastre?
¿La entropía honesta? ¿El caos?
Como las yedras no flaqueo
y busco vértices en esta blancura
que una y otra vez me resbala a tierra
igual que una y otra vez
resucité estos versos
que ya no tienen solución.
En el tocadiscos:
Gerry Mulligan & Johnny Hodges - Bunny
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