no es extraño que rodemos
cada día
a favor de la gravedad
entre acantilados
que rodemos
en busca de un naufragio
más decente
puños de sal en el costado
náuseas como péndulos
y medusas perladas
entre las cejas y las sienes
seguimos creyendo en el final
de la cuarentena por plaga
de algas y caballos de mar
no es raro que rodemos
día tras día
hacia el fondo posible
inmensurable fondo que escapa
hacia donde el teatro de la vida
se lentifica
y los que ruedan y giran
bailan
sabiendo evitar los mareos
despacio
como ahogados rastrojos cimbreantes
En el tocadiscos:
Explosions in the Sky - Time stops
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