Es admirable la sabiduría de la piel del plátano
que se pone marrón
se seca, endurece
y toma la experiencia del oxígeno,
pendiente siempre de asesinar a algún niño
torpe o cegato.
Encomiable es el papel áspero que amarillea
pierde peso y parece más valioso
se refina, cruje y sabe a polvo;
como el buen vino
al borde del vinagre, al filo de la sangre.
Algo así quisiera que fuera mi mirada
pero la siento putrefacta y revenida.
En el tocadiscos:
Standstill - ¿Puedo pedir?
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario