sábado, 20 de septiembre de 2014

Hechicería de final de verano.

Tuvimos los pies hechos fuego
pero los cuerpos
enredaderas torcidas
que no ardían
imaginación discontinua – dos por cuatro
y una armónica
llorando una armónica.

Esperamos detrás del humo
como guerrilleros ciegos
y aunque una Italia nueva se urdía
en la rodilla de la bota
otra vez un plañido
¿por qué no entendimos
los compases de Babel?

Tuvimos casi todo
por momentos
hechicería para el otoño
son dientes de madera
delirio continuo – cuatro por cuatro
la caja en el uno
en el dos el llanto.

Dejamos ir lo que tuvimos
porque lo efímero es más bello
o porque Siempre es demasiado
carpas plateadas bajo la luna
u hormigas ínfimas entre adoquines
desaparecieron al cesar los lamentos
y no quisimos más
no pudimos más
quizá no tengamos algo así
nunca más.




En el tocadiscos:
Yoko Kanno  -  Digging my Potato

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