viernes, 21 de septiembre de 2012

Desnudo me hallo.

Hace tiempo que no como. Me gusta esta sensación de debilidad, este agujero en mi estómago que marea ligeramente mi cabeza. El cuerpo me pesa, parece que me vaya a caer en un sueño larguísimo y que abajo no habrá suelo. Soy ligero y denso al mismo tiempo, todo discurre lento. Lento en mí; el mundo sigue a la velocidad de siempre.

En algún instante que pasó desapercibido me separé de la realidad. Estar solo es agradable. Poder desaparecer, ser nadie. Mas no se puede vivir mucho tiempo así, alejado el yo del objeto, pudiendo callar, desoír, no explicar. De momento es una apasionante libertad a la que me aferro.

Nunca he sido caracol con mucha casa. Me muevo sin carga. Hace años aprendí que no hay nada más valioso que no necesitar nada. De algún modo eso podría ser la felicidad y la muerte por ende. No hay nada más valioso que la muerte. Desnudo nací; desnudo me hallo. Ni pierdo ni gano. Todo lo que merece ser acumulado debe caber en los poco más de mil doscientos centímetros cúbicos de mi cerebro. El resto nada vale.

Yo modifico el objeto. La materia no deja de ser una metáfora de mi inutilidad para valerme por mí mismo. Para ser yo. Del mismo modo que la luz es un error de la nada y el pasado una broma de la imaginación.

No existe responsabilidad sin sueños. Durísima afirmación que me partió la cara.




En el tocadiscos:
Sierra Leone  -  Mt Eden Dubstep

viernes, 7 de septiembre de 2012

Antihéroe.

Los chicos duros
encienden cigarrillos
sin filtro
apuran la chusta
hasta quemarse los dedos
y follan con ropa.
Siempre saben qué decir
conducen bólidos de madrugada
apuntan al pecho
y casi nunca fallan.
A la altura de sus ojos
se espesa el aire
debajo de sus pies
no hay infierno
y el futuro es para ellos
ropa tendida.
Los chicos duros
sangran por honor
o por pasión
son fugaces
como relámpagos sin estruendo
y escriben leyendas
en el espacio que abarca un paso.

Yo cuido mis pulmones
por si he de correr
me lavo las manos
y a penas me masturbo.
Suelo ordenar miserias
coleccionar palabras
y el café me sienta mal
pero a veces me arriesgo.
Mi espalda casi no funciona
como si el aire
pesara sobre mis hombros
como si la gravedad
me venciese de antemano
como si lo que venga...
esa mentira.
Yo no entiendo de rebeldes
tampoco de causas o mitos
por eso me tomo mi tiempo
entre tormenta y tormenta.

A ella le quedaba bien la bufanda
de lana
el viento en el pelo
urdiendo derrotas
y evocando delirios.
Sabiéndome incapaz de decir
la frase de plomo
aunque la hubiera ensayado
en diez realidades
paralelas.
Segura
-a un tiempo triste
y encantada-
de que yo nunca fui
un chico duro.

Se subió en el autobús
y desapareció
mientras yo
hurgaba en mis bolsillos
buscando otros universos.




En el tocadiscos:
M-Clan  -  Balada del desarraigado

domingo, 2 de septiembre de 2012

Te regalo enero.

Vuelven las horas dormidas
a anidar entre mis dedos
cuando es pronto todavía
para hablar de desconsuelo.

No hay cordura, no hay medida
no hay locura ni loquero
que comprenda esta deriva
de patera en el estrecho.

Cuento las tardes perdidas
observando los veleros,
pienso costuras cosidas
a los bajos de mis miedos.

Vuelvo la cara a la vida
te regalo el mes de enero
pero esta morriña mía
para siempre me la quedo.




En el tocadiscos:
Leiva  -  Telediario