No soy yo ese que espera. O puede que sí, pintando las paredes con lápices de colores. Mira, sí, dibujo aprovechando las grietas de esta casa que olvidaré y trazando las líneas quebradas que el caos ordena. Espero con el pelo revuelto cayendo despacio hasta el suelo, retando al viento y al tiempo.
Abrumado por las montañas de huesos orgullosos de sus tuétanos, revuelvo mi espera y reconozco las marcas en mis manos contando historias de golpes y sonrisas. De veranos cortísimos. Esta espera es un insomnio acalorado artificialmente, obligado por el hedor de las horas vivas y las palabras secas. Seguro todavía de poder morir joven como hacen las mariposas, sigo esperando.
En el tocadiscos:
Anni B Sweet - At home
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