jueves, 25 de agosto de 2011

Hay más cosas.

Hoy he vuelto a mirar al mar. El cielo lucía un color gris convencido y el agua un azul plomizo, más triste de lo que suele. Había tres barcos grandes a lo lejos, quietos como rocas -esperando lo que quiera que esperen los barcos anclados a la entrada de la bahía-, y tres viejos a unos pasos de mí, sentados en un banco -hablando de lo que hablan los viejos que se sientan a mirar al mar-.

Los barcos y los viejos me han hecho darme cuenta de que en el mundo no sólo hay barcos y viejos. También hay mares y cielos y bancos. Y muchachos que vuelven a mirar al mar.

Hay muchas más cosas, aunque a veces nos quieran hacer creer que sólo hay blancos o negros, mujeres u hombres, judíos o nacis, católicos o antipapistas, pepé o pesoe, indignados o dignos, Iñaki Gabilondo o César Vidal, jóvenes o sabios, españoles o vascos, drogadictos o camellos, ignorantes o periodistas, banqueros o indigentes, ovejas o lobos, limpios o ensuciados, Isabel Coixet o Sánchez-Dragó, verdades o verdades a medias, explotadores o parados, playa o montaña, medio ambiente o Fukushima, filosofía o fútbol, señores o perroflautas, guapos o inteligentes, políticos o gente honrada, España o Europa, vida o... sueño.





En el tocadiscos:
Mehnai - Storm

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