Le dijo no me mires
conóceme sólo por la voz
para entenderme nada más necesitas palabras
sólo palabras.
Mi cuerpo es el más feo que puedes imaginar
los pies con juanetes, bizcos
alambres por piernas con un nudo en las rodillas
paupérrimo el pene entre caderas vueltas del revés.
Tiene mi cabeza algo de entrañable
por perder sus proporciones como en un bebé
pero mi gesto ceñudo sobre la nariz
-prodigiosa nariz, debo decirlo-
y un harapo de barba oscura
me mutan hacia niño viejo.
A veces sonrío.
Ovalada, amarilla, intermitente, enferma, tranquila:
así es mi boca.
El pecho y los brazos son pura condena
pelean minuto a minuto con los omóplatos
en una lucha extraña
por un espacio escaso
creada por un dios ausente;
puedes imaginarlos, si quieres
como en los cuadros de Schiele.
Se giró con dos ojos ensoñados
que al instante se anegaron de niebla
para contestar no
no debería haberte mirado
pero ahora te entiendo.
En el tocadiscos:
Pink Anderson - Meet me in the Bottom
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"Para entenderme nada más necesitas palabras, sólo palabras" y, sin embargo, cuántos malentendidos provocan las palabras...
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